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CHADO,

         CEREMONIA DEL TÉ

INTRODUCCIÓN

 

           ZEN Y TÉ, IGUAL SABOR

            Deshimaru          

 

Para comprender mejor la esencia de la Ceremonia del Té, es importante mencionar, brevemente, qué es el ZEN. Es el resultado del contacto de la mentalidad china con el pensamiento hindú, introducido en China en el siglo I d.C. por medio de las enseñanzas budistas y que floreció en Japón.

 

Fue un movimiento revolucionario, podríamos decir que es la Filosofía de la Confianza en Sí Mismo, “Ser en Sí Mismo”.

 

De una manera simple de “darse cuenta”, vivir momento a momento la inmensa belleza y plenitud que expresan sin cesar las cosas sencillas de la vida.

 

El ZEN ha impregnado profundamente todos los aspectos de la vida cultural japonesa. En Japón, el arte va unido a un camino interior y por eso se llaman Vías Artísticas.

 

CHADO, CHA- (Té) DO (Camino), El Camino del Té.

 

RIKYU

 

En el siglo XV, Sen Rikyu (1522-1591), un maestro de una gran visión creativa y un líder en la cultura y en la política de su tiempo, hizo surgir un concepto estético único, la apreciación de la belleza sutil y austera, “Wabi Sabi”.

 

Es la quinta esencia de la estética Japonesa; es la belleza de las cosas imperfectas, es la belleza de las cosas imperfectas, de las cosas modestas y humildes. Es la belleza de las cosas no convencionales, “El arte de la impertinencia japonés”.

 

Estos conceptos transformaron la forma de preparar, servir y recibir el Té “Matcha” (Té verde en polvo especial para la Ceremonia del Té).

 

Rikyu enseña que el arte del Chado consiste simplemente en “hervir el agua, hacer el Té y beberlo” pero dentro de los ideales que se expresan en estas cuatro palabras.

 

                                    Wa    Armonía en las relaciones humanas

Kei    Respeto hacia todo

Sei     Pureza de Espíritu 

Yaku    Paz - tranquilidad

 

Con base en estos principios, las personas que estudian la disciplina del Chado aprenden a cuidar de todos los elementos involucrados: el escenario, los objetos que se utilizan, la etiqueta que sigue, los alimentos y hasta el agua que se sirve.

 

La Ceremonia del Té propone la Armonía de todos los sentidos.

 

LA CEREMONIA DEL TÉ

 

La Ceremonia del Té es una representación teatral con un solo argumento.

 

Una vez organizada la escenografía en la Sala del Té, la obra comienza con la llegada de los invitados.

 

Las estaciones del año son las protagonistas de la obra, así si nieva será una reunión de Té para contemplar la nieve, si han brotado los cerezos de primavera nos reuniremos en tomo a ellos.

 

Al entrar en el Jardín de Té (Roji) y caminar por él, el espíritu se prepara.

 

El anfitrión y el visitante son personajes importantes en esta representación, pero esta experiencia no es sólo humana sino que hay un contacto con la naturaleza.

 

Viviremos el drama japonés del Ichi-go, Ichi-e (Un momento único para un encuentro único), una experiencia que no se volverá a repetir.

 

Cuando se asiste por primera vez a la Ceremonia del Té, conviene tener en cuenta estas sugerencias para que, incluso los principiantes, puedan disfrutar fácilmente del té.

Apacigüe su espíritu en silencio.

Distienda los hombros y relájese en buena medida.

Entre en el ambiente y

Concentre suspendido en la sala, los utensilios.

El mundo del té empezará a expandirse.

 

DIFUSIÓN DEL MUNDO DE LA BELLEZA

 

Cuando la Ceremonia se realiza adecuadamente, un sentimiento indescriptible de frescura nos llena el espíritu.

 

Ese, es el mundo del té. El lugar en donde usted está participando, que es real, es el mundo del té.

 

Mokichi Okada deseaba difundir el Mundo de la Belleza, y pensó: “Con la incorporación del arte del té a nuestra vida cotidiana, podemos esperar que nuestros espíritus se eleven”.

 

LA IMPORTANCIA DE LA DISPOSICIÓN DEL SENTIMIENTO

 

En la Ceremonia del Té no hay personas hábiles ni torpes. Lo más importante es “disponer el sentimiento”.

 

Un mundo en donde se puede saborear una alegría que hasta ahora no se había experimentado, una alegría distinta; se expande con tal solo realizar la Ceremonia del Té con seriedad y afecto.

 

Por eso, el anfitrión hace su mayor esfuerzo por volcar el máximo de su afecto y sentimiento hacia el invitado.

 

Estos sentimientos se reflejan siempre en la CEREMONIA DEL TÉ.

 

PURIFICAR 

 

La Ceremonia del Té se inicia con la purificación de los utensilios.

 

Purificar implica no solamente limpiar los utensilios, sino también, ir acomodando, purificando los sentimientos de quien prepara el té, el anfitrión y de quien lo tomará, el invitado. Por eso, no se dice limpiar el natsume (recipiente del té) o lavar el chawan (taza), siempre se usa el término “purificar”.

 

LA SUKILLA COMO ESPACIO UNIVERSAL

La Sukilla (Sala de Té) y su objetos, son considerados como el espacio donde está condensada toda la creación.

 

En él se representan todos los elementos. Intenta simbolizar de forma alegórica el espacio universal. Quiere recrear el lugar, donde se desarrollan todos los seres vivos, empezando por nosotros, los seres humanos, siguiendo por los animales y los vegetales; todos ellos resumidos bajo la forma de utensilios.

Los utensilios de la Ceremonia del Té se mueven dentro de la ceremonia de manera sencilla, como si tuvieran vida, y van buscando posiciones que faciliten le preparación del té. Así, tras haber cumplido con el objetivo de preparar el té, los utensilios regresan a su posición inicial. 

 

Este proceso, que se repite cada vez que se prepara el té, quiere expresa el paso natural de las estaciones o la vida del ser humano. 

 

"SONIDOS QUE NACEN EN LA CEREMONIA"

 

Prestar atención a los “sonidos” que surgen durante la preparación del té, es importante.

 

El sonido del agua caliente al ser vertida en el chawan (taza).

El sonido del chasen (batidor) al batir.

El sonido del chasaku (cuchara) al tocar el tazón.

El sonido del hisaku al echar  el agua.

 

Son sonidos leves que transmiten con firmeza el sentimiento y que es necesario escuchar.

 

Al apropiarnos de estos sonidos tanto físicamente, como con el espíritu, así nos vamos adentrando en el camino del té. 

 

A través del contacto con la belleza de la simplicidad de los sonidos de este mundo del té, se cultiva la sensibilidad y se va enriqueciendo el espíritu.

 

PERCIBIR CON LOS 5 SENTIDOS

 

La Ceremonia del Té es un arte que se experimenta usando en su totalidad los cinco sentidos del ser humano.

 

 La vista, al apreciar la delicadeza de los movimientos en la preparación del té o sencillez de los utensilios, o al disfrutar del kakemono (rollo pictórico y caligrafía) o del  chabana (arreglo floral).

 

El olfato, al disfrutar del incienso del té.

 

El oído, recrearse del sonido que produce chasaku (cuchara) en la taza, o el sonido producido al momento de batir con el chasen (batidor) o del hisaku al verter agua.

 

El gusto, al saborear el dulce o el contraste del sabor té verde.

 

El tacto, al acariciar la taza entre las manos para sentir su materia y poder observarla en toda su dimensión.

 

A través de los cinco sentidos se saborea de firma completa la ceremonia del té.

 

DIRIGIENDO EL SHOMEN (PARTE FRONTAL DE LA TAZA)

 

En la preparación del té se aprende el altruismo hacia el prójimo

 

El anfitrión (el que prepara el té) siempre presta consideración al invitado.

 

El invitado actúa tratando de que el anfitrión se sienta cómodo preparando el té.

 

Por ejemplo, el caso de la taza. La taza posee dirección, posee lo que se llama Shomen (parte frontal, el frente). En los seres humanos corresponde a la cara. En la taza correspondería al hermoso detalle en donde está lo mejor del diseño.

 

El anfitrión entrega la taza dirigiendo el Shomen hacia el invitado. Se trata de que el invitado pueda ver ese hermoso detalle. Es por eso que se gira la taza antes de entregarla al invitado

 

El invitado no bebe de la taza en la posición en que ésta le fue entrega.

 

Como el Shomen tiene un hermoso detalle, y por eso también una parte importante, no se bebe por ese lado. Es por esto que se evita beber por el Shomen, girando la taza más o menos dos veces en el sentido del reloj.

 

Después de beber, se coloca el Shomen en si posición inicial, y se procede a observar la taza.

 

El acto de observar la taza es la consideración que se tiene para con el anfitrión, quien seleccionó la taza. El anfitrión ha querido mostrar la taza para que le aprecien.

 

Con este sentimiento, se observa la taza sin necesidad de decir nada. De esta manera, el anfitrión se alegrará.

 

Devolver la taza sin mirarla significaría que “la taza que has elegido ahora no es gran cosa, por lo que no vale la pena observarla”.

 

Dramatizando un poco, se puede decir que en el acto mismo de observar la taza, está inmerso el elemento que educa el sentimiento de consideración hacia los demás. 

 

LOS SALUDOS

 

Una pequeña venia constituye la consideración hacia la otra persona. Nos introducimos primero a través de las formas.

 

El ir sentándose correctamente de forma repetida, permite que la persona llegue hacer su venia con la postura correcta y con belleza.

 

El saludo con la venia llena de mayor, enriquece el sentimiento humano. Nos conduce hacia la felicidad.

 

Al comienzo se sentirá un poco de vergüenza, pero con la repetición de este acto, la cortesía, que está tendiendo a desaparecer en la sociedad actual puede ser aceptada en una forma que no es extremadamente formal. 

 

Seamos también considerados con los otros invitados al té.

 

Una vez servido, coloque la taza entre usted y el siguiente invitado. Mirándole a los ojos, salude con sentimiento diciendo: “Osaki ni” (me permito servirme primero).

 

A continuación, agradezca al anfitrión que le preparó el té, diciéndole: “Otemae choodai shimasu” (gracias por su té).

 

Hable en  voz alta cortésmente, sin avergonzarse y con sentimiento. Al hacerlo, usted estará realizando en forma objetiva una buena acción. 

 

Que no quede sólo en el pensamiento, exprese su cariño y agradecimiento con palabras.

 

ORDEN

 

Con la Ceremonia del Té se puede aprender la importancia del orden. No se puede hacer todo a la vez.

 

Llevar las cosas una por una, en forma ordenada, se consigue alcanzar el objetivo. 

 

Para actuar en el orden correcto, es necesario saber qué es lo que va primero. Así se aprende sobre la importancia de las cosas y la diferencia según sus rangos, aprendiendo a priorizar. 

 

Por ejemplo, entre el natsume (recipiente del té) y el chasaku (cuchara), el natsume es superior. Por eso, en el actor de purificar, el natsume va primero y luego le sigue el chashaku.

 

De igual manera, al transportar en kensui (vasija pequeña en donde se echa el agua usada) y el termo hacia la mesa, se coge primero el termo que es de rango superior y luego se coge el kensui. Y a la inversa, al colocarlos sobre la mesa, una vez que se ha ubicado el kensui, que es de rango inferior, se deposita el apreciado termo. 

 

Al ofrecer el té, se sirve primero el invitado principal, luego al segundo y al tercero; naciendo así un orden. No se trata de discriminar.

 

Nos enseña que en los lugares donde el orden se desarrolla correctamente, nacen reglas cómodas. 

 

También se convierte en un ejercicio para controlar el egoísmo de querer ser siempre el primero. Se va aprendiendo a ser respetuoso con sus superiores y a cuidar de las personas mayores. 

 

 

LA PRÁCTICA DE LA CEREMONIA DEL TÉ

 

En la práctica de la Ceremonia del Té, lo más importante es la “disposición del sentimiento”. Si bien, es importante que la Ceremonia del Té sea realizada en orden y correctamente, es mucho más importante tener consideración hacia el invitado, desear su felicidad, preparar el té con sentimiento. 

 

Cuando bebamos el té, pensemos siempre en las consideraciones que ha tenido el anfitrión para con nosotros. 

 

El anfitrión que prepara el té, lo ha hecho con dedicación, con afecto, con sentimiento, con espíritu puro y sobre todo con seriedad.

 

Comprender su sentimiento es tenerle consideración. Lo que se nos da con amor, devolvámoslos con amor. Para ello, observe tranquila y silenciosamente la preparación del té.

 

Antes de beber el té, evite el Shomen (la parte frontal de la taza ligeramente en el sentido de las agujas del reloj).

 

Al devolver la taza, dispóngala también con afecto, de tal manera que su parte frontal mire hacia el anfitrión. 

 

 

 

¿Qué le pareció? Al saborear por primera vez el TÉ

¿Qué es lo que sintió?

¿Ha podido encontrar el mensaje de su propio sentimiento?

 

Le deseo “Paz a traves de un cuenco de Té”

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